4. Que aquellos que buscan matarme sean humillados y despreciados. Que retrocedan avergonzados los que traman mi ruina.El salmista confía en que Dios lo defenderá y lo protegerá de sus enemigos, y apela a la justicia divina para que se haga Equidad y se castigue a los malvados.Que este Salmo 35 de la Biblia Católica te llene de fuerza y confian